Consejo número 1
Realiza una investigación de antecedentes antes de prestar dinero a alguien: investiga el historial crediticio de la persona y asegúrate de que tenga la capacidad de pagar el préstamo, de la misma forma puedes averiguar si esa persona es conocida por no pagar sus deudas (en ese caso no es conveniente realizar el préstamo).

Consejo número 2
Asegúrate de que el préstamo sea legal: elabora un contrato de préstamo y asegúrate de que cumpla con todas las leyes y regulaciones aplicables. Los contratos deben ser escritos y deben contar con el asesoramiento de un abogado (más aún si el monto de préstamo es considerable), en las cláusulas como las de interés por ejemplo se debe tomar en cuenta el Art. 409 del Código Civil que establece que no puede exceder el 3% mensual. Define también los términos del préstamo: especifica la cantidad prestada, el plazo del préstamo y cualquier otra condición relevante en el contrato de préstamo.
Consejo número 3
Establece un calendario de pagos: establece una forma de pago clara y coherente que especifique cuándo se espera que se realicen los pagos y cómo se aplicarán los pagos a los intereses y al capital.
Consejo número 4
Considera la posibilidad de pedir una garantía: si el préstamo es grande (y aun si no lo fuera), es necesario pedir una garantía como una propiedad o una movilidad que respalde el préstamo en caso de que el prestatario no pueda pagar y registrar la misma ante las instituciones correspondientes (DDRR, Tránsito, etc.), ya que cuando se acude a una autoridad judicial para el pago de una deuda si no hay una garantía debidamente registrada se tendrá que averiguar que bienes tiene el deudor para recaer sobre ellos y, en caso de que no tenga bienes, no se podrá hacer efectivo el pago de la deuda por la vía judicial ya que dicha deuda no estuvo garantizada desde un principio.
Consejo número 5
Realiza un seguimiento de los pagos: asegúrate de estar al tanto de los pagos realizados y realiza un seguimiento de cualquier retraso o falta de pago. Cuando las deudas se olvidan dejan de pagarse, recuerde que siempre pueden aparecer nuevas prioridades o intereses en el deudor.
Consejo número 6
Sé flexible pero firme: si el prestatario tiene dificultades para pagar, trata de ser flexible y trabajar con él para encontrar una solución. Sin embargo, también es importante ser firme y exigir el pago del préstamo. Cuando el deudor pide muchas prórrogas muy seguramente no va a pagar, o si el tiempo de prórroga es mayor que el del plazo mismo del contrato es una señal de alarma.

Consejo número 7
Mantén una buena comunicación: mantén una comunicación abierta y transparente con el deudor y asegúrate de que se sienta cómodo hablando contigo sobre cualquier problema relacionado con el préstamo. Asegúrate de que el prestatario entienda los términos del préstamo: asegúrate de que el prestatario comprenda los términos del préstamo antes de firmar el contrato.
Consejo número 8
Por último, el consejo más importante: SI NO ESTÁS SEGURO, NO PRESTES.
Si tienes dudas sobre la capacidad del prestatario para pagar el préstamo, o si no estás seguro de que el préstamo sea legal, es mejor no prestar el dinero.